Deepstep Come Shining

POR: Rubén Varona

“Lead me, guide me to the light of your paper. Keep me in your
arc of acuity. And when the ream is spent. Write a poem on
my back. I’ll never wash it off.”


Como si se tratase de la película de una cámara fotográfica, cada uno de los poemas que componen Deepstep Come Shining, de la autora norteamericana Carolyn D. Wright, o C.D. Wright; ofrecen al lector una imagen, una sensación, una visión de las carreteras sureñas y rurales de Georgia, en los Estados Unidos. Cada poema o mejor, cada fotografía, construye un universo en sí mismo, autónomo, pero a la vez interdependiente, pues se perfecciona con la lectura secuencial de la obra; es decir, con el revelado de la película y la puesta en un álbum de cada una de las imágenes, para ser apreciadas en su conjunto.
En las imágines que encierran los versos, la sensación de movimiento, contrastado con algunas dosis de quietud, son una lectura muy aguda de la vida, de alguien que se hizo al lado del camino; que se detuvo para observar al detalle, con la lupa del demiurgo, del creador, para de esta manera seguir avanzando, haciendo partícipe al lector de sus visiones.
Los poemas de C.D. Wright contenidos en este libro, son el resultado de una continua experimentación tanto en forma como en contenido y lenguaje. La anterior es una de las razones por las cuales ella es considerada por la crítica como una artista irreverente, que encierra en su lenguaje poético la misma demencia de la vida que se siente al conducir a altas velocidades, atravesando diferentes parajes; pero también haciendo un stop, una parada para hacer propio aquel lugar, para que no le pertenezca a nadie más, diferente de ella.
El “boneman”, así como el “snakeman”, son alusiones recurrentes en el libro, son los demonios de la autora que hacen parte del imaginario recreado en su poesía, como si a través de ellos Wright se desdoblase para purificar su espíritu salvaje, vital e irreverente:
"In my book, poetry is a necessity of life. It is a function of poetry to locate those zones inside us that would be free, and declare them so."
El ritmo de su poesía se marca por la secuencia de ideas, por el universo de imágenes y símbolos utilizados insistentemente; por la repetición de objetos, personajes y lugares. Toda su poesía pertenece a un tiempo determinado; a un momento donde florecen sus visiones e ideas del mundo; donde la poeta llena su vida de sentido, y su viaje se catapulta de un plano físico a uno metafísico, de búsqueda constante de sentido en un mundo en construcción.
No queda más que disfrutar del lenguaje, de la lirica C.D. Wright, de su imaginario, que apropiamos al sentarnos como pasajeros y disfrutar de las caricias del viento.